Tina pensó que era muy feliz después de casarse con su primer amor de la escuela secundaria. Pero luego su esposo la echó de casa y tuvo que cuidar de su hijo sola. Fue entonces cuando se dio cuenta de los problemas que había causado con sus decisiones. Tina siempre soñó con tener una gran boda elegante. Pero cuando decidió casarse con su novio de la escuela secundaria, Richard, con solo 18 años, ese sueño no se hizo realidad. A Tina le pareció un poco extraño pensar en casarse con él sin el permiso de su familia porque provenía de una familia muy rica. Aunque sabía que la familia de Richard era rica, lo que realmente le importaba era que lo amaba.
En su corazón, se sentía feliz de casarse con el hombre que realmente le importaba. Después de estar juntos por un tiempo, Tina descubrió que iba a tener un bebé. Estaba muy feliz por eso y no podía esperar para contárselo a su esposo. Cuando se lo dijo, pensó que él también estaría súper emocionado. Aunque nunca habían hablado de tener hijos, ella creía que él sería un gran padre porque amaba a la familia. “¿Hombre de familia? ¡Solo estamos juntos para poder alejarme de mi familia! ¿Cómo pudiste hacerme esto?”, le gritó Richard. Tina quedó completamente atónita con las palabras de Richard.
“¿Está mostrando su verdadero yo ahora?”, pensó. “No, no es mi Richard”, concluyó. Tina se dijo a sí misma que necesitaba más tiempo para pensar en todo y prometió ser paciente.
Al día siguiente, Richard llegó a casa sintiéndose realmente tonto porque había bebido demasiado y le pidió a Tina que se fuera de su apartamento. “¡Vete, Tina! ¡Si te vuelvo a ver aquí, estamos en problemas!”, dijo. La joven no discutió con él y simplemente se fue, creyendo que Richard se daría cuenta de su error con el tiempo. Unos días después, Tina fue a visitar el apartamento y descubrió que había puesto nuevas cerraduras en la puerta. Llamó a los padres de Richard y lo que hablaron puso muy triste a Tina. -Hola, señor y señora Tovar. He estado tratando de comunicarme con Richard.
Recientemente… -comenzó a explicar Tina, pero fue interrumpida bruscamente-. ¡Qué nervios, señorita! ¡Llamar después de todo lo que le hizo a nuestro hijo! -dijo la señora Tovar. La joven dijo: -Lo siento mucho si la he lastimado, pero no entiendo muy bien lo que quiere decir. ¿Puedo explicarme, por favor? -Justo cuando comenzó a hablar, alguien la interrumpió nuevamente.
¡Escuchamos todo! ¡Que lo engañaste y quedaste embarazada de otro hombre! ¡No vuelvas a llamar aquí o te demandaremos! -espetó la señora Tovar. En ese momento, Tina de repente entendió todo perfectamente: eran solo ella y el bebé dentro de ella. Con el paso del tiempo, Tina decidió cuidar a su hijo con todo el amor y la fuerza que tenía.