Puede que Cillian Murphy sea uno de los actores más aclamados de su generación, famoso por sus papeles en “Peaky Blinders” y “Oppenheimer”, pero también es un marido leal. Su esposa, que es una consumada artista plástica, es conocida por mantener un perfil bajo lejos de los focos de su marido. Hace poco, los aficionados pudieron ver a la mujer que se esconde tras el éxito de Murphy durante una rara aparición en un evento público.

A lo largo de su ilustre carrera, el aclamado actor irlandés Cillian Murphy ha cosechado una notable serie de premios y galardones. Desde sus apasionantes interpretaciones en la gran pantalla hasta sus cautivadoras interpretaciones en series de televisión, el talento de Murphy no ha dejado de asombrar al público. Detrás del éxito de este notable actor se encuentra un firme pilar de apoyo: su esposa, Yvonne McGuinness.

Murphy no sólo es un maestro de su oficio, sino también un devoto padre de familia. A pesar del atractivo de Hollywood, eligió conscientemente permanecer arraigado en Londres, donde residía con su esposa.

El compromiso de Murphy con la proximidad a sus seres queridos dice mucho de sus prioridades y valores. En 2005, poco después de su gran actuación en la película de suspenso de 2002 “28 días después”, en la que interpretaba a un hombre que huía de los zombis en un Londres asolado por la peste, Murphy reveló lo importante que era para él estar cerca de su familia. Afirmó: “No necesito vivir en Los Ángeles.

Estaría tremendamente lejos de mi familia. Nunca los vería. Me encanta vivir en Londres”. Cuando su carrera ganaba impulso rápidamente, se le presentó un papel en “El viento que agita la cebada”. Esta oportunidad le dio mucha alegría, ya que le permitió quedarse en casa con su familia en Cork, Irlanda. En ese momento, su esposa, McGuinness, estaba embarazada de su primer hijo. Para apoyarla durante este periodo, la pareja decidió quedarse con los padres de Murphy. Este acuerdo proporcionó un ambiente familiar reconfortante durante el embarazo de McGuinness y permitió a Murphy equilibrar sus compromisos laborales con sus crecientes responsabilidades familiares.

Murphy recordaba con nostalgia esta época: “Yo vivía en casa de mis padres; mi mujer estaba embarazada de nuestro hijo; y nosotros correteábamos por las colinas del oeste de Cork filmando la película sobre los Black and Tans. Fantástico”. En 2015, la pareja, ahora padres de dos niños, Malachy y Aran, decidieron volver a sus raíces en Irlanda.

Dejaron atrás Kilburn, un barrio del noroeste de Londres, que había sido su hogar durante más de una década. Su deseo era que sus hijos vivieran la infancia cerca de sus abuelos y de la influencia tranquilizadora del mar. Murphy explicó: “Queríamos que fueran irlandeses, supongo”. Cuando Murphy se ausentaba para rodar, McGuinness se quedaba con los niños, pero de vez en cuando también aportaba ideas a su trabajo.