La historia de amor entre él y su esposa comenzó en el set de una película en 2009. Sin embargo, a lo largo de los años, su relación ha resistido un intenso escrutinio de los medios y un duro juicio público debido a su diferencia de edad. A pesar de esto, la pareja ha construido una hermosa vida juntos y ha forjado trayectorias profesionales únicas. Desde 2022, Aaron ha sido un fuerte contendiente para ponerse el icónico esmoquin como el próximo James Bond. Para 2024, los informes afirmaron que a la estrella de “Kick-Ass” se le había ofrecido formalmente el codiciado papel, y los expertos sugirieron que sucedería a Daniel Craig como el espía más famoso del MI6.
La estrella de Hollywood Aaron Taylor-Johnson no es ajena a los focos de atención ni al escrutinio público. Casado con su esposa cineasta durante más de una década, su diferencia de edad de 23 años ha provocado innumerables conversaciones. Aquí hay una mirada más cercana a su relación. Aaron Taylor-Johnson se ha consolidado como una estrella de Hollywood rompecorazones, con rumores de nuevos y emocionantes proyectos en el horizonte. Pero fuera de la pantalla, el actor ya ha interpretado su papel más importante: un esposo devoto.
Aaron, conocido por su carisma e intensidad en la pantalla, parecía un candidato natural para el papel, consolidando su estatus como uno de los talentos más versátiles de Hollywood.
Su ascenso a la fama comenzó con su destacada actuación en la comedia de acción “Kick-Ass”, donde interpretó a un adolescente convertido en superhéroe. A esto le siguieron otros papeles notables, incluida su interpretación de Quicksilver en “Avengers: Age of Ultron” y una actuación escalofriante en el thriller psicológico “Nocturnal Animals”, que le valió un Globo de Oro. Sin embargo, no ha sido solo su actuación lo que ha cautivado la atención del público. Desde finales de la década de 2000, Aaron mantiene una relación amorosa con Sam Taylor-Johnson, artista y director de cine.
Continúe leyendo para obtener más información sobre la esposa del actor. Sam se hizo famosa como artista innovadora mucho antes de conocer a su famoso marido, el actor. Tras graduarse en el Goldsmiths College en 1990, se convirtió en una figura destacada de la escena artística londinense con sus evocadoras fotografías e instalaciones. Su obra recibió elogios de la crítica y rápidamente se convirtió en una de las artistas contemporáneas más celebradas de su tiempo. Sin embargo, detrás del brillo y el glamour de su carrera se escondían importantes luchas personales que marcarían su vida de forma profunda.
En 1997, a los 30 años, se casó con Jay Jopling, un rico marchante de arte, y la pareja compartió una vida de lujo. Tuvieron dos hijas, pero Sam reveló más tarde que el estilo de vida de la alta sociedad la dejaba insatisfecha. “Viví a lo grande durante un tiempo, pero no era feliz viviendo en un ambiente de glamour, lujo y ostentoso. Esa fue una gran lección”, reveló. Casi al mismo tiempo, le diagnosticaron cáncer de colon y se sometió a una cirugía mayor para extirparle parte del intestino.
Aunque el tratamiento tuvo éxito, reveló que no fue hasta después de su recuperación que comprendió por completo la gravedad de su diagnóstico. Apenas tres años después, Sam enfrentó otra batalla de salud cuando descubrió un bulto en su pecho. Le diagnosticaron cáncer de mama en 2000 y se sometió a una mastectomía, reconstrucción y quimioterapia. Esta vez, dijo que la experiencia cambió profundamente su perspectiva.