Desde sensuales papeles protagónicos hasta romances de alto nivel, esta estrella rubia vivió la vida glamurosa que muchos soñaban. Pero cuando la época dorada de Hollywood se desvaneció, ella se marchó. Ahora dejó asombrados a los usuarios de las redes sociales por lo “fantástica” que luce a sus 93.
Esta actriz fue una bomba rubia que arrasó en la gran pantalla en la década de 1950, cautivando al público con su sensual aspecto, su actitud rebelde y su innegable talento.

Su viaje al estrellato comenzó en el Medio Oeste, lejos del brillo de Hollywood. Nacida en Dakota del Sur, pasó sus primeros años soñando con una vida alejada de su crianza pueblerina.

Ese sueño empezó a tomar forma cuando se trasladó a California de adolescente y fue reclutada por Howard Hughes. Su aspecto llamativo y su carisma natural llamaron rápidamente la atención, y a finales de la década de 1940 ya participaba en el circuito de concursos de belleza.

En 1949, fue coronada Miss Eight Ball por el Club de Prensa de Los Ángeles, sucediendo a la ganadora del año anterior, Marilyn Monroe. Esa victoria puso a la actriz de una pequeña ciudad en una trayectoria que la llevó directamente a Hollywood.

Pronto se dio cuenta de que su curvilínea figura y su sensual atractivo la diferenciaban de otras aspirantes a actriz. “No tenía el aspecto de una mujer normal: estaba rellenita en todos los sitios adecuados”, admitió. “Me di cuenta de que probablemente estaba destinada a ser una estrella de cine”.


A diferencia de muchas de sus compañeras, aceptó los papeles de “chica mala” que le ofrecían los estudios. “Esos papeles tenían mucha chispa”, dijo. “Las chicas casadas y buenas no llegaban muy lejos”.

La belleza y seguridad de la rubia estrella la convirtieron en una de las favoritas de la élite de Hollywood, y pronto se ganó una reputación por sus relaciones de alto nivel.
A lo largo de los años, se la relacionó con algunos de los nombres más importantes del mundo del espectáculo, como Frank Sinatra, Elvis Presley y Johnny Carson.