Los piercings en la lengua son más que una simple tendencia de moda: son una práctica con raíces milenarias. Lo que comenzó como un ritual sagrado se ha convertido en una forma popular de autoexpresión, pero el camino recorrido desde entonces hasta ahora es todo menos común.
En la antigua Mesoamérica, los mayas y los aztecas se perforaban la lengua como parte de sus ceremonias religiosas. Los sacerdotes extraían sangre como ofrenda a los dioses, creyendo que les acercaría a lo divino. No se trataba solo de arte corporal, sino de un acto espiritual con un profundo significado cultural.
Hoy en día, los piercings en la lengua han adquirido un significado completamente nuevo. Algunas personas los eligen como una forma de expresar su individualidad, mientras que otras los ven como un símbolo de confianza o incluso de rebeldía. La cultura pop también ha influido, vinculando a menudo los piercings en la lengua con una personalidad atrevida y vanguardista. Pero en realidad, cada uno tiene su propia razón, ya sea estética, personal o simplemente por diversión.
¿Algo a tener en cuenta? Curación. La boca es una zona sensible y pueden producirse infecciones si no se toman en serio los cuidados posteriores. Los enjuagues con agua salada, evitar el alcohol y el tabaco, y consumir alimentos blandos son parte del proceso.
Entonces, ¿cuál es la verdadera historia detrás de un piercing en la lengua? Podría ser una conexión con tradiciones antiguas, una declaración personal o simplemente el gusto por la modificación corporal. Sea cual sea el motivo, es un pequeño detalle que dice mucho.