¿Qué son los filamentos sebáceos y por qué aparecen en la piel?

No te dejes engañar por filtros ni fotos retocadas: ¡la piel real tiene textura!

Seamos realistas: la piel nunca es tan perfecta como la que vemos en los filtros o en las fotos de famosos. Tiene una textura natural, desde una pigmentación más oscura alrededor de los ojos hasta la ocasional hinchazón, arrugas, pecas, lunares o incluso granitos. Todo esto es completamente normal y forma parte de lo que hace única a tu piel. Sin embargo, algunos problemas cutáneos, como el acné severo o las zonas secas, pueden indicar un problema más profundo. Con los estándares poco realistas que impone una piel perfectamente lisa e impecable, es fácil confundir las características naturales de la piel con algo poco saludable. Tomemos como ejemplo los filamentos sebáceos. Aunque puedan parecer molestos puntos negros, en realidad cumplen una función vital para la salud de la piel.

Entonces, ¿qué son exactamente los filamentos sebáceos?

Probablemente hayas notado pequeños puntos en tu rostro, especialmente alrededor de la nariz, las mejillas, la barbilla y la frente. Pero antes de usar el extractor, no los confundas con poros obstruidos o puntos negros. Lo más probable es que sean filamentos sebáceos: estructuras naturales tubulares dentro de los poros que, de hecho, desempeñan un papel clave en la salud de la piel.

“Aunque los filamentos sebáceos pueden parecerse a los puntos negros, suelen ser un poco más oscuros o grises, a diferencia de los típicos puntos negros”, explica la Dra. Dendy Engelman, dermatóloga certificada con sede en la ciudad de Nueva York. “Estos filamentos cumplen una función vital: transportan la grasa desde las glándulas sebáceas a la superficie de la piel, ayudando a mantenerla hidratada y protegida del daño”.

Así que, antes de intentar reventarlos o hurgarlos, recuerda: ¡los filamentos sebáceos son una parte completamente natural de la anatomía de la piel y no debes tocarlos!

Aunque parezcan similares, los filamentos sebáceos y los granos son dos cosas completamente diferentes. “Un grano es causado por bacterias u hongos, y a menudo aparece como una protuberancia carnosa con una punta blanca o negra, de ahí los términos punto blanco o punto negro”, explica la Dra. Purvisha Patel, dermatóloga certificada de Skin Wellness Dermatology. “Por otro lado, los filamentos sebáceos están compuestos únicamente de aceite y queratina, sin bacterias involucradas. Son completamente inofensivos”.

Si bien los filamentos sebáceos pueden no ser el rasgo más atractivo de la piel, no son motivo de preocupación. A diferencia del acné persistente, no requieren una visita al dermatólogo.

¿Quiénes desarrollan filamentos sebáceos?

Si bien todos tenemos filamentos sebáceos, son más visibles en algunas personas que en otras. La genética y la edad influyen significativamente en su visibilidad. Por ejemplo, las personas con folículos pilosos más gruesos pueden tener filamentos más prominentes, y durante la pubertad, las glándulas sebáceas se agrandan y se hacen más visibles. A medida que envejecemos y nuestra piel comienza a descolgarse y aflojarse, los poros pueden expandirse, haciendo que los filamentos sebáceos sean más visibles.

Un factor que puedes controlar es el cuidado de tu piel. Según la Clínica Cleveland, la piel seca causada por la exposición excesiva al sol o el lavado excesivo puede hacer que las glándulas sebáceas trabajen más de la cuenta, lo que provoca que crezcan para mantener la piel hidratada.

¿Deberías eliminar los filamentos sebáceos?

Probablemente hayas visto videos de personas que se arrancan filamentos sebáceos. Aunque pueda parecer extrañamente satisfactorio (y un poco desagradable), los expertos en cuidado de la piel lo desaconsejan encarecidamente. Para empezar, estas estructuras filiformes son esenciales para mantener la piel hidratada y suave de forma natural, ya que ayudan a lubricar los poros.

Además, incluso si logras eliminarlos, no desaparecerán por mucho tiempo. En un mes, el folículo se llenará de sebo nuevamente y tu piel lucirá igual que antes. Una solución más efectiva es usar un limpiador suave diseñado para reducir el tamaño de los poros; si bien no los hará desaparecer por completo, puede ayudar a minimizar su apariencia.

Riesgos del daño a la piel

Apretar los filamentos sebáceos puede parecer tentador, pero en realidad puede ser más perjudicial que beneficioso. El Dr. Joshua Zeichner, dermatólogo certificado en la ciudad de Nueva York, advierte: «Aplicar demasiada presión puede dañar la capa externa de la piel, causando roturas, costras o incluso infecciones». Otros posibles efectos secundarios incluyen enrojecimiento, inflamación, hiperpigmentación, granos y cicatrices. Por lo tanto, en lugar de pellizcarse la piel, es mejor no tocarla y consultar con un profesional si desea eliminarlos de forma segura.

¿Qué pasa con el «scratting»?

Últimamente, las influencers de belleza han impulsado una tendencia llamada “skin gritting”, que afirma que puede eliminar los filamentos sebáceos. El proceso generalmente implica suavizar la piel con un limpiador de aceite, aplicar un exfoliante ácido, aplicar una capa de un producto de arcilla con aceites esenciales y luego masajear el rostro con el limpiador de aceite durante un máximo de 15 minutos.

Pero, ¿es realmente efectivo o simplemente un exceso de producto que se acumula en la piel?

¿Sarro o simplemente acumulación de producto?

La Dra. Engelman opina: “Si bien combinar ácidos exfoliantes, mascarillas purificantes y aceites puede brindarte

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