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Si tu pareja siempre te pide que lo hagas por detrás, es porque es… En la intimidad, las preferencias varían enormemente, y eso es completamente natural. Pero si tu pareja parece estar obsesionada con una posición, especialmente por detrás (comúnmente conocida como postura del perrito), quizás te preguntes qué sucede entre bastidores (sin doble sentido). ¿Hay alguna razón más profunda por la que se inclina por esta posición o es solo una preferencia física? Analicémoslo. Si tu pareja siempre te pide que lo hagas por detrás, puede ser porque es…

1. Visualmente estimulado

Seamos realistas: los hombres son, por naturaleza, criaturas muy visuales. La postura del perrito ofrece un asiento en primera fila para una vista que muchos encuentran increíblemente excitante. Si tu pareja se inclina por esta posición, podría ser que le resulte visualmente excitante. No hay nada intrínsecamente negativo en esto; es simplemente una expresión de lo que más le excita. Dicho esto, la estimulación visual no debería ser el único factor que impulse la intimidad. Si sientes que esta posición se prioriza sobre la conexión o el placer, quizá sea momento de hablar sobre el equilibrio y la satisfacción mutua.

2. Dominante o Orientada al Poder

Para algunos, la preferencia por esta posición se debe a una dinámica psicológica. La postura del perrito puede transmitir dominio y control, dos elementos que podrían formar parte de los deseos más profundos de tu pareja. No significa necesariamente que intente ejercer poder sobre ti de forma negativa. En muchas relaciones, las dinámicas de poder consensuadas forman parte de una vida sexual sana y exploratoria. Si a tu pareja le gusta tomar la iniciativa, esta posición podría ser simplemente su forma de expresarlo. Por supuesto, es importante que también te sientas cómodo con la dinámica. El consentimiento, la comunicación y la comunicación mutua, tanto emocional como física, son esenciales.

3. Centrado en la Sensación Física

La postura del perrito ofrece intensas sensaciones físicas para ambos miembros de la pareja. Para muchos hombres, este ángulo proporciona más fricción y profundidad, aumentando el placer. También puede ser una posición más estimulante físicamente para quienes disfrutan de un ritmo más rápido o una conexión más profunda. Así que, puede que no se trate de imágenes ni de dominio en absoluto. Podría ser tan simple como: se siente muy, muy bien. Y, de nuevo, no hay problema, siempre y cuando tú también lo disfrutes.

4. ¿Emocionalmente distante? ¿O solo físicamente comprometido?

Algunas personas se preguntan si la preferencia por la postura del perrito significa que la pareja está evitando el contacto visual o la conexión emocional. Esta es una preocupación válida. La intimidad a menudo va más allá del acto en sí: también se trata de cercanía, ternura y sentirse visto. Si tu pareja siempre evita las posiciones cara a cara, podría valer la pena explorar con delicadeza el motivo. ¿Se siente incómoda con la vulnerabilidad? ¿Hay algo más emocional que no está expresando? ¿O simplemente se sienten más cómodos expresando su intimidad de otra manera? La respuesta podría sorprenderte.

5. Seguir estereotipos o la influencia de los medios

No ignoremos el tema candente: el porno y la cultura pop han convertido la postura del perrito en la postura definitiva. Algunos hombres imitan lo que han visto, creyendo que es la posición más deseable o “masculina”. Si ese es el caso, puede que ni siquiera se dé cuenta de cuánto ha sido influenciado por lo que ha consumido. Hablar de deseos y preferencias de forma abierta y sin prejuicios puede ayudar a ambos a crear una vida sexual real, no solo un video de momentos destacados de internet. Entonces, ¿qué puedes hacer al respecto? Si tú también lo disfrutas, ¡genial!

Acepta lo que funcione para ambos. Pero si te sientes desatendido o insatisfecho, no te quedes callado. Las conversaciones abiertas sobre sexo pueden ser incómodas, pero también empoderan. Haz preguntas, expresa tus necesidades y explora otras posiciones que generen equilibrio. Recuerda que el sexo se trata de placer mutuo, conexión emocional y confianza. Así que, si tu pareja siempre quiere hacerlo por detrás, la verdadera pregunta no es “¿Qué le pasa?”, sino “¿Qué nos dice esto sobre cómo conectamos y cómo podemos profundizar esa conexión juntos?”.

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