“Transformación increíble”: ¿Puedes adivinar quién es ella ahora?

La carrera de Leslie Easterbrook es un testimonio de versatilidad, resiliencia y una innegable presencia en pantalla. Muchos la reconocen por su papel como la formidable y divertida sargento Debbie Callahan en “Loca Academia de Policía”, pero su trayectoria en Hollywood va mucho más allá de este icónico papel. Nacida en Nebraska y adoptada a los nueve meses, su crianza en el Medio Oeste moldeó su perspectiva realista y pragmática de la vida. Su padre adoptivo, profesor de música, y su madre adoptiva, profesora de inglés, le inculcaron el amor por la educación y la música. Como hija única de padres cantantes, Leslie siempre estuvo rodeada de música.

Leslie Easterbrook aspiraba a ser cantante de ópera, pero tras graduarse de la escuela secundaria Kearney y cursar estudios posteriores en Stephens College, parecía que Easterbrook estaba destinada a una vida normal. Pero Hollywood tenía otros planes. En 1980, consiguió el papel de Rhonda Lee en la serie “Laverne & Shirley”, un éxito de larga duración de la ABC. Cuando la serie se trasladó de Milwaukee a California, su personaje —una vecina glamurosa e ingeniosa— cobró rápidamente protagonismo en las temporadas siguientes.

Fue su papel como la Sargento Callahan en “Loca Academia de Policía” lo que la convirtió en una estrella. Al principio, dudando de poder interpretar a un personaje tan dominante y sexualmente seguro, Easterbrook aceptó el reto. Su imponente presencia, su agudo ritmo cómico y su energía audaz convirtieron a Callahan en una actriz de culto.

A lo largo de sus años como actriz en Hollywood, Leslie, a pesar de su amor por la buena comida, siempre intentó mantenerse en forma. Era una atleta apasionada: jugaba en un equipo de voleibol, montaba a caballo y disfrutaba corriendo. Dos veces por semana, corría unos 16 kilómetros por sesión, manteniéndose en excelente forma. También asistía a clases de baile y se ejercitaba regularmente en el gimnasio. Para prepararse para su papel en “Loca Academia de Policía”, fue aún más allá, practicando intensamente karate y artes marciales para añadir fuerza y autenticidad a la intrépida personalidad de la Sargento Callahan.

Más allá de la actuación, el talento de Easterbrook se extendió a la música. Tenía una voz potente y, a principios de los 80, interpretó el himno nacional estadounidense en varios partidos de los Dodgers de Los Ángeles en el club California Angels. Quizás su momento de mayor orgullo fue interpretar el himno nacional en el Super Bowl XVII de 1983. Pero su camino hasta interpretar la canción en el estadio Rose Bowl de Pasadena estuvo lleno de contratiempos y reveses. También participa activamente en la filantropía, en particular apoyando a organizaciones benéficas para niños y a las fuerzas del orden.

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