Humor de los años dorados: 7 chistes sobre abuelas y abuelos

Reconozcámoslo, los abuelos ocupan un lugar especial en nuestros corazones, con su sabiduría, su amor y, a veces, sus formas desternillantemente extravagantes. Nos recuerdan que la edad no es más que un número y que la risa es la mejor medicina (¡además es gratis!). He aquí algunas historias deliciosas que ponen de relieve el humor y el amor que conlleva vivir una vida larga e interesante. ¡Buena suerte para superarlo sin reírte! Todos los años, George acudía sin falta a su revisión anual. Se enorgullecía de mantenerse sano y en forma dando paseos por el vecindario, aunque la edad había hecho mella en su vista.


Después de su revisión, George se sentó a charlar con su médico, contándole con orgullo al Dr. Stephens su último descubrimiento. “Doc, estoy bendecido”, dijo. “Dios sabe que me falla la vista, ¡así que enciende la luz cuando hago pis y la apaga cuando acabo!”.El médico se rió, pero una curiosidad persistente le llevó a llamar a la mujer de Jorge más tarde aquel mismo día. “María”, le dijo. “Los resultados de las pruebas de tu esposo están bien. Pero ha dicho algo extraño. Afirma que Dios enciende y apaga las luces por él cuando va al baño por la noche”.

La esposa de Jorge se rió a carcajadas. “¡Ese viejo loco! ¡Se ha vuelto a mear en la nevera! Creía que era el perro”.Tres abuelas traviesas estaban sentadas en un banco fuera de su residencia de ancianos, riéndose a carcajadas como niñas risueñas. Ya, ya, señoras”, dijo una enfermera, pasando junto a ellas. “Tienen que tomar el sol antes de la merienda. Y pórtense bien”. Sus palabras volvieron a entusiasmarlas. Pronto vieron pasar a un anciano y decidieron divertirse un poco con él.”Apuesto a que sabemos exactamente cuántos años tienes”, le gritó una de las abuelas.

Avergonzado pero intrigado, el anciano se bajó los pantalones, y la luz del sol brilló en su trasero. Las abuelas se quedaron mirando y cuchicheando entre ellas. Y luego dijeron al unísono: “¡Tienes 91 años!”. “¿Cómo demonios saben?”, preguntó el viejo, conmocionado.En la celebración del 100 cumpleaños del abuelo, todo el mundo se maravilló de lo atlético y delgado que parecía. “¿Cuál es tu secreto, Derek?”, preguntó un invitado. “Te lo contaré”, dijo el abuelo, tomando un bocado de tarta. “Llevo unos 75 años saliendo al aire libre, día tras día”.¿Cómo has podido mantener un régimen físico tan riguroso?”, preguntó alguien.

“Bueno”, empezó el abuelo con un brillo en los ojos mientras miraba a la abuela. “Mi esposa y yo hicimos una promesa en nuestra noche de bodas. Cada vez que tuviéramos una pelea, el que estuviera equivocado saldría a dar un paseo”.En el supermercado, una mujer observaba a un abuelo y a su nieto maleducado con creciente admiración. El niño pedía a gritos caramelos y galletas, pero el abuelo mantenía la calma.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back To Top