La enérgica actuación de Serena Williams en el Super Bowl desató un gran debate, y su esposo, Alexis Ohanian, salió a defenderla de las críticas. La atención se centró en la enérgica ejecución de Serena del “crip walk”, un baile con profundas raíces en la cultura pandillera del sur de California.
Todas las miradas estaban puestas en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl en el Caesars Superdome. Cuando Kendrick Lamar subió al escenario, la emoción alcanzó su punto álgido. Mientras sonaba la canción, las cámaras captaron a Serena Williams moviéndose con gracia y naturalidad al ritmo. El “crip walk”, un baile de la década de 1970, fue creado por Robert “Sugar Bear” Jackson, miembro de la pandilla Crips del sur de California. Este baile tiene sus complejidades y está conectado con la historia de la región. Serena, con 23 títulos de Grand Slam en su haber, se movió al ritmo de la canción de Kendrick Lamar, ganadora del Grammy, “Not Like Us”, supuestamente lanzando una crítica al rapero Drake.
La estrella del tenis y Lamar son de Compton, donde Serena pudo haber tenido una relación con Drake antes de casarse con Ohanian. Su participación en la actuación añadió otra dimensión a la narrativa entre Lamar y Drake.Si existía alguna duda sobre la afiliación de Serena en esta rivalidad artística, sin duda se aclaró con su seguro paso descalzo.
No era la primera vez que Serena exhibía este paso. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tras su victoria en Wimbledon, el baile generó reacciones encontradas. Periodistas y aficionados tuvieron opiniones diferentes sobre su elección de celebración.Cuando Serena irrumpió en el paso descalzo en esos prestigiosos jardines, las respuestas variaron desde críticas por su insensibilidad hasta elogios por su auténtica expresión. Los aficionados se sumaron rápidamente al debate, y algunos normalizaron su baile como una simple expresión de alegría.