Un rescate inesperado que estremeció Cancún y la búsqueda de respuestas de una comunidad.
Desde las cristalinas aguas de Playa Chac Mool, una ola de consternación se extendió entre turistas y locales. Un joven de 20 años se adentró con determinación en el mar para socorrer a una amiga en apuros. Lo que prometía ser un acto de solidaridad se convirtió en la noticia más trágica de la temporada.
Durante jornadas, familiares, rescatistas y buzos peinaron la costa con la esperanza intacta. Cada atardecer traía rezos y prisas por hallar algún indicio que devolviera la calma. Pero la incertidumbre fue cediendo paso a un dolor que nadie imaginó enfrentar.
La confirmación llegó la mañana del 23 de abril, cuando un video de turistas mostró restos óseos en la orilla. La familia, abatida, anunció en redes: “Aunque el resultado no fue el que queríamos, ahora ya tenemos respuestas”. En ese momento, el heroísmo de Alejandro dejó de ser un misterio para convertirse en memoria colectiva.
¿Qué sucedió en Playa Chac Mool?
El 20 de abril, Alejandro Cortés ingresó al mar al percatarse de que su amiga era arrastrada por la corriente. Con arrojo, la puso a salvo, pero él no pudo superar la fuerza del oleaje. La rápida acción del joven contrastó con la brutalidad del mar, que no permitió su retorno.

El 22 de abril, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo emitió la ficha de búsqueda y desplegó equipos de rastreo tanto en la orilla como en aguas cercanas para dar con su paradero.
Contexto y últimas publicaciones de Alejandro
Playa Chac Mool es popular por sus cristalinas olas, pero también por su oleaje impredecible y presencia esporádica de tiburones. Cambios en los patrones migratorios de la fauna marina han incrementado los avistamientos en la zona.
Ese entorno hostil fue escenario de una de las últimas publicaciones en redes sociales donde aparece Alejandro, la cual fue publicada por su madre en su cuenta de Facebook.

Búsqueda y hallazgo
La mañana del 23 de abril, turistas grabaron un video en el que un supuesto esqueleto humano era arrastrado por las olas. Las imágenes se viralizaron y precipitaron la confirmación familiar. Pocas horas después, los parientes afirmaron que los restos correspondían a Alejandro.
Ese anuncio cerró la angustia de quienes lo buscaron sin descanso y abrió el duelo de su entorno. La certeza permitió a su madre honrar su valentía y aceptar la pérdida con una mirada de gratitud. La historia de Alejandro pronto se convirtió en ejemplo de abnegación y sacrificio.