Danielle Busby cambió una vez más de 50 pañales al día y preparó 40 biberones de una sentada. Casi una década después, coordina las visitas al ortodoncista, los horarios deportivos y las camisetas de cumpleaños de seis hijas en edad de crecimiento.
Adam y Danielle Busby nunca se propusieron convertirse en el ejemplo de familia numerosa de la telerrealidad. Pero tras dar la bienvenida a sus quintillizas, sus retos cotidianos acapararon la atención nacional. Con seis hijas bajo el mismo techo, la pareja se enfrentó a constantes ajustes, desde problemas de salud inesperados a difíciles decisiones financieras.
Casi una década después, su hogar sigue evolucionando. Sus hijas son mayores, sus necesidades más variadas y sus personalidades van tomando forma. A pesar de todo, los Busby siguen dedicados a criar personas, salvaguardar el bienestar de su familia y compartir lo justo para recordar a los espectadores por qué su historia resuena.
Adam y Danielle ya tenían una hija, Blayke Louise, cuando decidieron intentar tener otro hijo. Tras someterse a tratamientos de fertilidad, Danielle se quedó embarazada de quintillizos. El 8 de abril de 2015, dio a luz a cinco niñas: Ava Lane, Olivia Marie, Hazel Grace, Riley Paige y Parker Kate.
Nacieron prematuramente y cada una pasó un tiempo en cuidados intensivos neonatales antes de recibir el alta. Ese mismo año comenzó la producción de la serie de telerrealidad de TLC “OutDaughtered”, que documentaba la transición de los Busby de una familia de tres a una familia de ocho. La serie se estrenó en 2016, pocos meses después del nacimiento de las quintillizas.
Su rutina diaria incluía más de 50 cambios de pañal y 40 biberones al día. Las quintillizas fueron el primer grupo de niñas nacidas en Estados Unidos, lo que hizo de su historia una primicia nacional y un punto de interés mediático desde el principio. Entre bastidores, la familia se enfrentó a retos que las cámaras no siempre captaron.
Cuando las quintillizas tenían unos cinco años, Danielle reveló que tenía una serie de síntomas de salud inexplicables. Se sometió a numerosas pruebas médicas, pero los médicos tuvieron dificultades para establecer un diagnóstico claro. Sus síntomas iban desde dolor físico y migrañas hasta entumecimiento, hormigueo, problemas digestivos y problemas cutáneos.
Durante una conversación en 2021, dijo que la estaban evaluando por una posible enfermedad autoinmune, que puede ser difícil de identificar. Danielle se centró en controlar sus síntomas mediante cambios en su rutina y su dieta. Empezó a buscar alimentos relacionados con la inflamación y a ajustar sus hábitos alimentarios.