Qué fue de ella después de la serie
En 2024, una ex actriz infantil reflexiona sobre el 60 aniversario del programa que la hizo famosa. Aunque los fans todavía la recuerdan como la niña que aparecía en pantalla, pocos saben lo que le ocurrió después de que las cámaras dejaran de rodar. Desde alejarse de Hollywood hasta explorar múltiples carreras, su trayectoria ha sido de todo menos ordinaria.
Era sólo un bebé cuando se unió al reparto de “Bewitched”, serie que se convirtió en una de las comedias más populares de los años sesenta. Durante años, el público vio crecer a su personaje junto a la heroína mágica que movía la nariz. Pero cuando la serie terminó abruptamente, su vida tomó otro rumbo.En lugar de buscar más papeles, se alejó de Hollywood y se forjó una vida fuera de los focos. Décadas después, construyó una vida llena de negocios, filantropía y familia. Sin embargo, sigue vinculada al mundo del espectáculo. Todo empezó con una decisión de casting que definiría su infancia.
Nacida el 17 de junio de 1964, era sólo una niña cuando la eligieron para el papel de Tabitha Stephens en “Bewitched”. Al principio compartió el papel con su hermana gemela, Diane, durante la primera temporada, y las niñas aparecieron juntas en 18 episodios. Sin embargo, a medida que crecían, sus apariciones empezaron a diferir.Los productores decidieron finalmente seguir con una sola de ellas por continuidad. Permaneció en el papel durante el resto de la serie, y fue parte de 103 episodios, lo que la convirtió en una de las estrellas infantiles más reconocibles de la televisión. Para una niña pequeña, el plató de “Bewitched” era un lugar emocionante para crecer.
Recordaba que el ambiente era siempre divertido, con animales como elefantes y monos a menudo presentes en el plató. A pesar de su corta edad, recuerda vívidamente el proceso de rodaje. Ciertos momentos, como lo que se servía para comer o las conversaciones entre bastidores, permanecen frescos en su memoria.En retrospectiva, se considera afortunada por haber formado parte de un programa que sigue gustando al público décadas después. Pero aunque su tiempo en “Bewitched” estuvo lleno de experiencias positivas, llegó a un final inesperado.
Tras ocho temporadas, “Bewitched” llegó a un final inesperado en 1972. La serie había sido renovada por dos temporadas más, y el reparto creía que volvería tras un breve paréntesis. Sin embargo, durante el descanso, recibieron una carta en la que se les informaba de que la serie no continuaría.La repentina cancelación fue una sorpresa, sobre todo para la joven actriz, que entonces sólo tenía ocho años. Entre bastidores, la estrella de la serie, Elizabeth Montgomery, estaba ansiosa por cambiar de papel. Su matrimonio con el director de “Bewitched”, William Asher, también estaba llegando a su fin, lo que pudo influir en su decisión de marcharse.Sin su actriz principal, la serie no podía continuar. Para la joven actriz, el final de la serie supuso un cambio brusco en su vida cotidiana. Aunque le encantaba trabajar en televisión, también le entusiasmaba la nueva libertad para participar en actividades que antes se había perdido.
Recuerda que fue a un campamento de niñas exploradoras en vez de buscar más papeles de actriz, adoptando una infancia más típica tras años bajo los focos. A diferencia de otras estrellas infantiles, no tuvo problemas con la transición y con dejar Hollywood.Aunque le ofrecieron otros papeles, los rechazó, prefiriendo apartarse de la industria del entretenimiento. Sin embargo, su conexión con la serie y sus compañeros de reparto siguió siendo fuerte, y más tarde volvería a reunirse con ellos.Tras alejarse de la actuación, la ex estrella infantil se centró en la escuela y disfrutó de una educación más típica. Durante su adolescencia, se convirtió en porrista y fue coronada reina del baile antes de terminar la escuela secundaria en 1981.
De adulta, exploró varias trayectorias profesionales. Trabajó como directora de casting, entrenadora de actores e incluso maquilladora. En un momento dado, trabajó como doble de la actriz Virginia Madsen. Además de sus papeles entre bastidores, se dedicó a escribir, colaborando en revistas de moda y estilo de vida de lujo.También se aventuró en el mundo de los negocios, y lanzó su propia empresa de prendas de punto, Erin Murphy Knits, especializada en prendas de alpaca ecológicas. Más tarde, se convirtió en copropietaria de Slim Chillers, una empresa conocida por sus vodka martini congelados bajos en calorías.A lo largo de los años, ha seguido haciendo apariciones ocasionales en televisión y sigue vinculada al mundo del espectáculo de distintas formas. Aunque su carrera dio giros inesperados, nunca perdió de vista lo que más le importaba: su familia.
Más allá de sus aventuras profesionales, llevó una ajetreada vida como madre. A lo largo de los años, se casó varias veces y tuvo seis hijos. Aunque ninguno de ellos siguió sus pasos como actores infantiles, siempre ha apoyado sus pasiones, creyendo que hay que animar a los hijos a perseguir lo que les hace más felices.Cuando diagnosticaron autismo a su hijo Parker, se implicó a fondo en la defensa del autismo. Ya llevaba años trabajando con organizaciones benéficas infantiles, pero tras el diagnóstico de Parker, centró sus esfuerzos en la concienciación sobre el autismo.Empezó a asistir a reuniones de la junta directiva, a trabajar como voluntaria y a hablar en actos para ayudar a otros padres a superar experiencias similares. También utilizó su plataforma para concienciar a la gente, publicando con frecuencia sobre Parker y la importancia de apoyar a los niños con autismo.
Una de sus actividades favoritas con Parker es el surf, que se ha convertido en una parte importante de su rutina. A menudo comparte fotos de sus domingos de surf, atribuyendo a este deporte el cambio de su vida.