El viernes 4 de abril de 2025 por la mañana, Gabriel Andrews y su hermana mayor se dirigían a su lugar habitual de recogida en la zona de Hickory Hills, en Frankfort, cuando el niño resbaló y fue arrastrado por las rápidas aguas.

Se informó del incidente a las 6:35 de la mañana y se puso en marcha una respuesta de emergencia a gran escala. Los equipos de búsqueda localizaron el cuerpo de Gabriel sobre las 8:47, a unos 800 metros de donde se le vio por última vez. La oficina del forense del condado de Franklin confirmó su muerte a las 9:16.

Gabriel acababa de cumplir nueve años el 1 de abril, solo tres días antes de la tragedia. Vivía con su madre, Racheal Tibbs Andrews, que es viuda. Los residentes de la zona explicaron que los niños del complejo de apartamentos de Gabriel deben cruzar un canal de desagüe para llegar a su parada de autobús. Aquella mañana, la zona estaba inundada.

La noticia de su muerte conmocionó y entristeció a la escuela y a la comunidad local. La profesora de Gabriel, Kasey Swails, publicó: “El más dulce Bindi Boy 💚 te queremos siempre Gabe”. Otro mensaje de la profesora Hannah Clark decía: “¡Larga vida a este dulce niño 🩵 oraciones para su familia!”.

En otro mensaje, Kasey compartió lo que Gabriel significaba para su clase. “Mi parte favorita de ser profesora es con quién comparto mi aula. Algo de lo que me enorgullezco es de la comunidad que construyo entre mis cuatro paredes. En mayo, somos algo más que una clase, somos una familia”, escribió.

Y continuó: “Hoy nos han arrebatado una parte importante de esa familia del aula. El chico más dulce y amable al que era imposible no querer. Que amaba el baloncesto y todo lo que tuviera que ver con un auto de policía, que se esforzaba al máximo en cualquier tarea que se le encomendara. Que era amigo de todos[…] Hoy ha sido el día más desgarrador de mi carrera docente”