Mis padres me dejaron con mi tío y mi tía para que solo pudieran criar a mi hermana. Doce años después, me contactaron durante la Navidad.

Abandonada por sus padres con tan solo 10 años, Melody encontró amor y estabilidad con sus tíos, quienes la trataron como si fuera suya. Ahora, con veintidós años y prosperando en su carrera de informática, el éxito de Melody llama la atención de sus padres biológicos. Pero reconectar no es tan sencillo, y Melody les demuestra que algunos lazos no se pueden reparar..

Tenía diez años cuando mi vida se partió en dos.

En un momento, estaba deshaciendo mi mochila en casa, y al siguiente, mis padres me metían a toda prisa en el coche con una maleta, prometiendo que íbamos a visitar a la abuela un rato.

A close up of a little girl | Source: Midjourney

“¿Te encanta estar en casa de la abuela, verdad, Melody?”, me preguntó mi madre, mientras me hacía una coleta larga.

Asentí.

Pensé que era una aventura divertida. No me di cuenta de que “un ratito” significaría una eternidad.

Todo empezó cuando mi hermana pequeña, Chloe, tenía cinco años. Hacía gimnasia en el centro recreativo local, y su entrenadora juraba que tenía un don natural para ello.

A little girl with pigtails | Source: Midjourney

“Podría llegar hasta el final”, dijo. “En serio. ¡Hablo de competiciones y todo!”

Mis padres se aferraron a esas palabras como a un salvavidas. Chloe ya no era solo una niña que daba vueltas en mallas. De repente, era su billete de oro a la vida.

Todo giraba en torno a Chloe. Su entrenamiento, sus competiciones, su futuro. Dijeron que desarraigar a la familia valdría la pena si lograba convertirse en campeona olímpica de algo.

A happy gymnast | Source: Midjourney

Simplemente no querían que los acompañara.

Al principio, lo presentaron como algo noble.

“Eres mayor, Melody”, me dijeron.

Recuerdo cómo mi madre me sonreía, como si hacer esto fuera lo más importante de mi vida. Como si los estuviera salvando o haciendo algo tan significativo para nuestra familia.

A smiling woman | Source: Midjourney

“Esto te dará la oportunidad de conectar con la abuela, Mel”, dijo mi padre. “Y nos visitaremos constantemente, ¡y ya verás, será divertido!”.

Pero no vinieron a visitarme. Tampoco llamaron mucho. Finalmente, cuando estaba a punto de cumplir once años, mi abuela me sentó y me explicó la verdad.

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