Un homenaje íntimo que reaviva un recuerdo y el misterio detrás de un nombre especial.
Detrás de ella, un pequeño secreto familiar halló su momento de revelación. Aquel día de 2014, la protagonista no imaginó que el gesto del pontífice dejaría huella en su vida.

Vestida de negro junto a su pareja y sus hijos, cumplió con el protocolo, sin saber que guardaba una petición única.
El recuerdo de esa audiencia, plasmado en una fotografía, se convertiría en la génesis de un homenaje en clave de maternidad.
Conmovida por la pérdida del papa, eligió rescatar las palabras que guardó durante años. Un mensaje breve, cargado de gratitud, reapareció para iluminar la historia de su familia.

La confesión tardía, ahora pública, desentraña el origen de un nombre que encierra fe y esperanza.
El encuentro que selló un lazo inesperado
En 2014, Wanda Nara y Mauro Icardi viajaron a Roma invitados por la Fundación PUPI, presidida por Javier Zanetti, para el evento “Unidos por la Paz”.
Mientras Mauro participaba en un partido solidario, Wanda acudió junto a sus hijos a la audiencia con el papa Francisco. En esa ocasión, cursaba un embarazo de riesgo que la tenía en vilo, pocas semanas antes del nacimiento de su primera hija con Icardi. La instantánea de esa visita muestra a la familia sonriente: Wanda y Mauro a ambos lados del Pontífice, Valentino posando con su traje, y el papa brindando su bendición.
Hasta ahora, aquel momento se recordaba por la ceremonia y la tradición; hoy, por la confesión que le dio un matiz íntimo. Lo que era protocolo se convirtió en preludio de un gesto personal que permanecería en el tiempo.

Francesca: el nombre que une fe y gratitud
“Bendijiste mi embarazo de riesgo, por eso Francesca se llamó así. También te pedí por mis hijos. Gracias. Fue un orgullo tener un papa argentino. QEPD Francisco”, escribió Wanda en Instagram tras conocer la muerte del sumo pontífice.
Con estas palabras, explicó que eligió el nombre de su hija en homenaje al papa que la acompañó cuando más lo necesitaba. Lo literal de su testimonio revela el alcance de la bendición recibida y la decisión consciente de inmortalizarla en su familia.

La bebé, nacida en enero de 2015, creció con la presencia simbólica de un papa en su historia. Ese nombre, rescatado de un acto de fe, se convirtió en un vínculo visible entre la institución religiosa y la vida cotidiana de una familia mediática.
Así, la intimidad del relato se entrelaza con la magnitud pública de quien inspiró el tributo.
La voz de un padre agradecido
En la cuenta de X, Mauro Icardi decribió la experiencia como “una de las más lindas que me dio la vida” y agradeció a la Fundación PUPI por permitirles conocer al sumo pontífice:
“Estamos muy emocionados de haber conocido a nuestro papa Francisco, que con todo su Amor bendijo a nuestra familia y a nuestra ‘pancita’”.